Por Lorena Montespier, coach organizacional y directora de Personas y Felicidad en Nawaiam
Vivimos en un mundo de redes sociales, y cada publicación o datos que vertemos en ellas hablan más de nosotros de lo que muchas veces tenemos conciencia. Incluso, una de las apps que más usamos no tenemos ni el más mínimo registro que justamente es una red de mensajería. Sí, el WhatsApp le brinda a nuestros interlocutores mucha más información de la que creemos, incluso puede ser un buen espacio para comunicar la marca empleadora.
Entonces, si queremos tener un buen desarrollo de carrera, ser el candidato que contraten, dar una imagen positiva a los ojos de los selectores o demostrar nuestras soft skills cuando estamos en un proceso de reclutamiento, entonces, hay que prestar atención a estos consejos:
- Es importante reconocer que el WhatsApp dejó de ser una herramienta solo de uso personal. A nuestro perfil llegan mensajes de proveedores, clientes, otras empresas, líderes y más. Todos ellos pueden ver nuestros estados (si nos tienen agendados), la foto, leer la descripción y más. Por eso hay que pensar estratégicamente qué tipo de imagen queremos dar y construirla a nuestro beneficio utilizando estos elementos.
- La foto es el primer elemento al que se le debe que prestar atención. Si bien no está mal usar alguna de nuestra mascota o de un paisaje, siempre es recomendable poner una imagen en la que seamos protagonistas. ¿Por qué? Porque brinda una personalidad más profesional, con mayor presencia. Incluso, algunas organizaciones, a quienes están en determinados niveles, les piden utilizar un retrato que lleve el logo de la marca, por ejemplo.
- Al completar la descripción, usar el nombre propio. Si no se quiere dar tanta información no es necesario poner el apellido. Y si se busca ser más informal, hasta se puede poner la abreviatura del nombre. Lo que no es conveniente es utilizar sobrenombres.
- En los estados se debe tener en cuenta que los mensajes motivacionales pueden ser bien recibidos por un público, y por otro no tanto. Entonces, lo mejor es evitarlos y concentrarse en enviar por esta vía mensajes que tengan que ver con el negocio o la empresa.
- Una imagen vale más que mil palabras. Esta frase se usa hace años, pero no siempre es suficiente. Esto pasa con los stickers y los emojis. Primero se debe saber que contestar solo usando emojis puede ser confuso, o hasta estar incompleto. En el ámbito laboral hay que ser claros en las respuestas y enunciados. Además, es mejor evitar los stickers, porque pueden ser irritantes para algunas personas. Y ni hablar si nos confundimos y enviamos un sticker que no correspondía.
- Por último, hay que prestar atención en el tono en el que se escriben los mensajes. Este debe ser cercano, pero no abandonar la formalidad. Se puede ser respetuoso sin tener que caer en un formato “acartonado”. Por ejemplo, es importante saludar y despedirse. Otro detalle es que los mensajes borrados pueden causar dudas o intriga en quien ve el anuncio. Y no vale la pena provocar un futuro ruido en la conversación.
Con todos estos cuidados, los contactos a través de WhatsApp tienen parte del éxito asegurado.