La competencia más grande dentro del fútbol invita a que todos se animen a jugar y a mostrar sus habilidades dentro de la cancha y también en la pantalla.
Si algo amamos los latinoamericanos es jugar al fútbol, ser hinchas y alentar por nuestras selecciones. Por eso, es inevitable que este Mundial, aunque se juegue muy lejos, impregne por completo al mundo laboral, desde el agregar diseño en los espacios virtuales de trabajo hasta fomentar momentos de compartir con compañeros y compañeras a través del gaming.
Apenas el primer partido comenzó, todos se sumaron a la fiebre mundialista y esto debe ser aprovechado por las empresas, sobre todo aquellas que tienen un componente lúdico en sus culturas.
Entonces, hay que aprovechar esta competencia que tanto atrae a los hinchas y colaboradores para generar espacios en los que los talentos puedan divertirse y los departamentos de Recursos Humanos puedan aprovechar para conocer mejor a sus equipos.
¿De qué estamos hablando? Toda competencia que se plantee en estos días divertirá a las personas, pero también podrá ser usada para trabajar temas puntuales como:
- Reconocer futuros líderes
- Ver quiénes se sobreponen mejor a los malos momentos
- Saber qué colaboradores aceptan sus roles dentro de los equipos
- Trabajar en equipos la diversidad
- Aprovechar para generar nuevas relaciones entre colaboradores de diferentes áreas
Y todo esto puede generarse a través del gaming, con la tecnología como aliada de trabajadores y de las organizaciones.
A jugar, compartir y aprender
Las estrategias que las compañías pueden desarrollar son variadas. Algunas de las más populares son:
- Prode: en una plataforma virtual, este tradicional juego puede desarrollarse entre equipos o de manera individual. Incluso, las compañías con sedes en diferentes países pueden segmentar la competencia entre los diferentes destinos. Y, para fomentar los vínculos entre compañeros, una opción es que los premios pueden compartirse con los integrantes de los equipos.
- Campeonato de fútbol: la cancha en la pantalla, o incluso en el metaverso. Estos torneos ofrecen múltiples posibilidades: jugar por departamentos, por países, armar equipos diversos y mucho más. Para la empresa, estas competencias permiten conocer cómo funcionan los grupos y hasta ver nuevas posibles interacciones en el mundo laboral.
- E-sports: una vez terminado el mundial, más allá del fútbol, el campeonato puede transformarse en otro deporte, y dejar instalado el espacio recreativo para el resto del año y el siguiente. Incluso, algunas compañías pueden desarrollar sus juegos, buscando así conocer las habilidades de sus colaboradores.
Por último, el gaming, en estos momentos en los que todos están concentrados en cómo se desenvuelve el seleccionado de su país, puede ser la herramienta para que los talentos conecten con capacitaciones de habilidades blandas y también los sesgos inconscientes.
Es una oportunidad increíble para desarrollar espacios de debate sobre qué afinidades o rivalidades se tienen con otros departamentos de la compañía, o cómo acrecentar la inclusión dentro de la estructura. El mundial es mucho más que una competencia para que solo jueguen los que están dentro de la cancha en Qatar, es un espacio en el que todos pueden crecer y ganar.